martes, 9 de marzo de 2010

CUENTOS 5º - MES DEL ESFUERZO


EL SUEÑO DE ANDRÉS (Andrea Cruz González)

Andrés era un niño simpático que tenía doce años y su sueño era ser cantante.- Él iba al instituto, estudiaba segundo de la eso y era un estudiante del montón. Un día le comentó a su madre que había un concurso de canciones y él quería ir. Su madre le dijo que no iba a participar en ese concurso porque la obligación de él era estudiar. Andrés se disgustó mucho con la decisión de su madre, le suplicó que lo dejara ir. Después de tanto insistir, la madre le dijo:-¡está bien!, irás al concurso cuando termines el bachiller con buenas notas.
Pasaron los años y Andrés terminaba los cursos con sobresalientes y matrícula de honor, los profesores y sus padres estaban muy contentos con el cambio de Andrés, dedicaba todo su tiempo a estudiar.
Los fines de semana en vez de salir con sus amigos seguía estudiando. Por fin llegó el día. El sueño de Andrés estaba a punto de cumplirse. Viajaron a Barcelona los profesores, compañeros y los familiares, iban con la ilusión de que Andrés ganase el concurso, pues había sido uno de los cuatro finalistas. El jurado puntuó la actuación con la nota más alta y Andrés ganó el concurso. El premio fue: grabar un disco, que tuvo tanto éxito que Andrés se dedicó a cantar por todo el mundo.

LAS HORMIGAS TINA Y TARA (Lucía Espuela )
Érase una vez dos hormiguitas. Una se llamaba Tina y la otra Tara. Ellas vivían en un pequeño hormiguero, hasta que un día un niño iba corriendo y lo pisó. Entonces se tuvieron que mudar al bosque. No tenían suficientes cosas comp para hacer una casa, así que fueron a buscarlo. Antes de ir dijo Tina:
-Yo no voy.
Así que Tara fue sola. Al cabo de un rato volvió empapada porque estaba lloviendo. Trajo un montón de cosas: hojas, ramitos, polen, migas de pan… todos los días era la misma historia hasta que Tara decidió irse. Ella encontró  un sitio para vivir. Al tiempo de estar allí se hizo mayor y se casó.
Cuando pasaron diez años, Tara salió a  comprar y encontró a un pobre pidiendo por allí, al que le dio un euro. Lo miró a la cara y descubrió que era su hermana, así que Tina pidió perdón a Tara y se dieron un abrazo. Desde ese momento vivieron juntas para siempre.

SAMUEL Y SU ESFUERZO
Samuel era un niño normal y corriente. Todos los días a Samuel le costaba ir al cole y levantarse por las mañanas, pero al final se acababa levantando.
En el cole las chicas no podían ser delegadas, bueno lo eran, pero los chicos, excepto Samuel, las amenazaban y al final las chicas siempre acababan cediendo el puesto. Para Samuel eso le parecí mal, porque las chicas tenían derecho a las mismas cosas que los chicos. Un día Samuel se cansó porque las chicas también eran sus amigas. Cuando vino la profe, se lo quería contar pero no podía porque sino le pegarían los chicos. Él propuso que pusieran normas del derecho de las personas. Las chicas dijeron que sí, y los chicos que no, pero por votación ganaron las chicas y Samuel. Y así con el esfuerzo que hizo Samuel, las chicas pudieron ser delegadas siempre.



EL SEÑOR DE LA CAJA (Vidal Gamonal)

Había una vez un señor muy pobre llamado Expobre. Vivía en una caja de cartón con sus diecisiete hijos y con su mujer. No tenía trabajo y comían de la basura de los demás.
Un día el hombre se fue a pescar a un arroyo que había cerca y  repente se acercó  un empresario rico y le dijo:
-Usted pobre hombre, le daré un trajo en mi empresa.
Expobre se quedó sin palabras por la alegría que le dio. La empresa era de chocolate. El hombre trabajó al máximo y se esforzó tanto que unos años después fue él el propio jefe de la empresa, y su familia vivió normal y muy feliz.

ESFUERZO (MARTE CASAS)
Un día en el cole Amanda tenía un examen de matemáticas. A ella no le gustaba  nada estudiar, decía que era muy aburrido. La mamá de Amanda le dijo:
-manda, si no estudias no aprobarás el examen. A Amanda no le importaba suspender el examen de matemáticas, así que llegó el día. La niña no tenía ni idea, entonces empezó a leerlo. Ella dijo: -Esto está chupado y empezó a hacerlo. Tardó mucho en terminarlo. Sus  amigos ya habían acabado. Sabía que su madre le iba a regañar. Llegó a casa y fue corriendo. Abrió el libro y vio que todos los resultados que ella había puesto estaban mal, estaba segura que de suspendería el examen. Su mamá le preguntó por él. Ella se quedó pensando un rato para ver que se podía inventar y dijo: -mamá era muy fácil, lo hice muy deprisa, antes de que terminaran mis amigos.
Al día siguiente el profesor dio el examen. -¡Amanda había suspendido!. Llegó a casa y le contó a su mamá toda la verdad. Ella estaba contenta porque le había dicho la verdad, pero por otra parte, no. Le dijo: -Has suspendido el examen porque no te has esforzado nada.
Amanda prometió a su mamá esforzarse siempre.

CRISTINA (FERNANDO ÁNGEL)
Érase una vez una mujer llamada Cristina que se estaba sacando la carrera de policía.
Una vez le pegaron un tiro y se quedó minusválida, pero Cristina no se rindió. Siguió adelante con la ayuda de sus compañeros y compañeras. Cristina tenía una casa muy pequeña, llamó a especialistas para reformarla y así fue como dejaron una casa chulísima.
Le dejaron la casa hecha para poder ayudar a su hijo y con mucho esfuerzo, haciendo rehabilitación, consiguió andar.
A pesar de todo lo que paso, era muy difícil que volviera a andar. Pero con mucho esfuerzo y la compañía de su marido y su hijo, lo consiguió.

MAITE Y ANTONIO SE ESFUERZAN (NEREA RODRÍGUEZ)

Mite ha ido al cole con su amigo Antonio. Esta semana les han mandado un trabajo sobre los mayores de su pueblo. Al principio no les gustaba  mucho ese trabajo pero se pusieron de acuerdo para esforzarse en hacer el trabajo que les habían mandado.
Al día siguiente quedaron para ir a visitar a los mayores y preguntarles sobre las cosas que les habían mandado en el cole.
Como se esforzaron tanto, el trabajo que les habían mandado para una semana, al final lo terminaron en tres días. Y por eso, como les sobró tiempo, hicieron otro trabajo que no era obligatorio. Entonces cuando llegó el día de presentarlo Maite y Antonio fueron los únicos en presentar los dos trabajos.
La profesora estaba tan contenta con ellos que les puso dos positivos a cada uno por haberse esforzado tanto. Cuando llegaron a sus casas, se lo contaron a sus padres y se pusieron muy contentos. Así que les dieron un premio y era que hiciesen lo que quisiesen.

EL CUENTO DEL ESFUERZO (ADRIÁN CONSTANT)
Había una vez un niño que no se esforzaba en trabajar ni estudiar. Un día en clase, tenía que hacer un examen, pero él no había estudiando y si no lo aprobaba, suspendería el curso. Lo dejó en blanco y el profesor le dijo que intentara hacerlo, pero él no sabía nada.
El día de las notas, su madre lo castigó y le regañó. Como era el último trimestre, se quedó todo el verano sin ir a la piscina. El profesor le mandó deberes, pero no los quería hacer. Su madre le dijo que los hiciera.
Cuando empezó el siguiente curso todavía no se esforzaba en hacer las cosas y por eso lo castigaron un mes sin recreo y a hacer los ejercicios. Además en su casa también lo castigaron sin jugar a la videoconsola y sin salir con sus amigos a la calle. Al día siguiente prometió a su madre que se iba a esforzar.
Cuando llegó el día del primer examen, lo aprobó con un diez, así que ya se esforzó para siempre y aprobaba todos los exámenes. Llegó al instituto y er el más listo de la clase.
Pasó todos los cursos pero en uno se atascó un poco, y su madre le dijo que siguiera esforzándose y así conseguiría sacar el curso y llegar a la universidad. Así lo hizo el niño y llegó a la universidad. Allí sacó la carrera de magisterio de educación física y fue profesor en el colegio que estudió el niño.


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